Un día, cuenta Claudia Sandina, descubrió a Homero Expósito. Fue con “Vete de mí”, el bolero que escribieron y compusieron el poeta de Zárate y su hermano Virgilio. Ese día le cambió la vida. De modo que la cineasta se lanzó a investigar la obra del letrista y, finalmente, a filmar Vida Poeta, que estrenará este jueves a las 18 en el Gaumont (Av. Rivadavia 1637). Allí Sandina recorre los paisajes en los que se crió Expósito, entrevista a quienes lo trataron (como Raúl Lavié, su esposa Nelly o su sobrina, entre otros), a sus colegas actuales (como Matías Mauricio), cantores y especialistas en el tango. Hay, incluso, algunos pasajes ficcionalizados, donde actores interpretan a Homero, a su compañera, y participa bailando Luciana Díaz Colodrero, vicepresidenta del asociación Trabajadores del Tango Danza. 

A la hora de señalar las razones por las que se dedicó a indagar en el universo del autor de las letras de "Naranjo en flor", "Afiches" y "Tristezas de la calle Corrientes", entre otros grandes tangos, Sandina destaca que se dio cuenta de que "no había una película documental sobre un poeta del tango. Los hay de músicos y cantantes: de Piazzolla, Pichuco, Ada Falcón, Nelly Omar), pero no de poetas. Vida poeta es el primero. Tal vez porque no son la cara visible de una obra, no se los identifica tanto. Entonces los autores están un poco en las sombras. Yo quise echar luz para que se los vea. En 2017 me propuse hacer un documental sobre Homero como homenaje de su centenario, que fue en el 2018, pero los tiempos se fueron alargando y lo terminé en el 2021. Elegí a Homero porque entiendo que él sintetiza la calidad poética en las letras de los tangos. Eso no quiere decir, por supuesto, que otros poetas no la tengan, pero su poesía es diferente. Es tradicional, pero audaz e innovadora al mismo tiempo, casi surrealista. Quise poner en valor esa poesía, muchas veces soslayada como un arte menor. Nelly, la mujer de Homero y entrevistada del documental, quien conserva todo el archivo del poeta, me brindó mucha colaboración en este punto.

-¿No te tentó trabajar sobre el hermano también?

-Lo pensé mucho. Pero la historia habría sido otra, y me llamaba la idea de enfocarme profundamente en su obra, en su formación y en su recorrido como poeta y como hombre de aquella generación gloriosa del ´40. Además el objetivo inicial era hacer un homenaje para su centenario. De todas formas, también Virgilio y la familia Expósito están muy presentes en Vida poeta, tienen un lugar muy importante y emotivo. Mónica Expósito, la hija de Virgilio, es una de las entrevistadas principales del documental y la guardiana de la familia. No descubro nada al decir que Virgilio fue un compositor brillante. Y fue un artista que se merece otro documental, para ahondar solamente en él.

-Entiendo que estás por el circuito milonguero, donde la obra de los Expósito sigue muy presente. ¿Cómo percibís su “ausencia” fuera de esos espacios?

-Yo bailo tango y voy a las milongas, además de investigar y escribir, pero en el circuito milonguero, aunque te parezca mentira, se conoce poco a los autores. Tal vez esto sea de ese modo porque el bailarín está más conectado a la voz del que canta y a la orquesta que interpreta los tangos. Sí, obviamente, se conoce el nombre de Homero Expósito como un gran poeta del género, pero se identifica poco su gran obra. Muchos, inclusive, lo confunden con Homero Manzi. Y fuera del circuito milonguero, se lo conoce poco y nada.

-Además del aporte del documental, ¿qué haría falta para que su obra se conociera más?

-Creo que falta que el tango esté en las escuelas, que las clases de literatura trabajen sobre la poesía del tango.